sábado, 2 de diciembre de 2017

Magela Baudoin: La composición de la sal

Año de publicación: 2014
Valoración: Muy recomendable

Esta misma semana reseñaba Santi El estado natural de las cosas, el libro de Alejandro Morellón recientemente galardonado con el Premio García Márquez de Cuento (2017). Casualidad o no (en ULAD nada es lo que parece), hoy reseño este "La composición de la sal", de la boliviano-venezolana Magela Baudoin, galardonado en 2015 con ese mismo premio.

No sé si "La composición de la sal" fue el mejor libro hispanoamericano de relatos el año de su publicación, pero he de decir que se trata de un muy buen libro, de esos que dan credibilidad a los, en ocasiones, tan vilipendiados premios literarios.

Catorce relatos de una extensión que rara vez supera las diez páginas componen el libro. La gran mayoría son relatos casi desoladores, pero más allá de esto me gustaría destacar las atmósferas en las que se desarrollan. Y es que se trata de un libro de atmósferas amenazadoras, tenebrosas. Eso sí, nada que ver con el misterio o el terror. Me explico. Uno lee los retratos de Baudoin y queda con la extraña sensación de que hay "algo detrás", de que a nosotros nos falta algo de información que hemos de ir completando o imaginando y de que a los personajes, tanto a los que protagonizan los relatos como a los que les rodean, también les falta "algo". La mayor parte de los personajes que pueblan los relatos de Baudoin son seres extraños (quizá por ese algo que les falta y que, a veces, no alcanzamos a entender) que, sin demasiada fortuna, tratan de huir, ya sea de la soledad o de una relación asfixiante o en descomposición, y de agarrarse a asideros muchas veces inestables.

En cuanto a la estructura de los relatos, quisiera resaltar la primera frase de alguno de los ellos. Con esa primera frase, Baudoin nos pone perfectamente en situación, aunque dejando muchas puertas abiertas a la imaginación, a ese "algo" que hay detrás, que no conocemos y que quizá solo conozcamos al final del mismo. Por ejemplo, la frase que abre el borgiano "Moebia":

La noche había sido larga y rondaba en la cárcel un silencio mal habido que tenía rastros de venganza o al menos eso quería creerse, porque si no todo aquello resultaba incomprensible.

Ya véis. Cárcel, silencio tenso, el día después de algo "gordo" que ha ocurrido... ¿El qué? ¿Una venganza? ¿Muerte? ¿Alcanzaremos a comprender qué ha pasado y por qué? Todo son incógnitas.

De los catorce relatos del libro, de un elevadísimo nivel medio, mención especial merecen "La cinta roja", un relato turbio y oscuro sobre esos asideros que mencionaba anteriormente y que nos permiten seguir viviendo, el triste y duro "La composición de la sal", el precioso y no menos triste "Borrasca", en el que se ponen en paralelo la vida de una adolescente y la de las hermanas Bronte, o "Sonata de verano porteño", la historia de una huida de la rutina y el aburrimiento. 

En fin. Admito que, al principio, cuesta entrar en el universo de Baudoin, pero una vez dentro es difícil salir. Las preguntas te acechan y las respuestas son, muchas veces, escasas y no demasiado claras. ¿Os lanzáis?

2 comentarios:

J Francisco J dijo...

A mi modo de ver un cuento o relato corto debe tener un final impactante -¿qué pasó? ¿por qué? ¿Cómo sigue?- una parte central, que haga verosímil aquello que no lo es y un comienzo que te atrape del pescuezo y te sumerja en el relato. Y más cosas claro. Magela no consigue esto último, -el arranque- no del todo y no siempre. Eso sí, la escritora venezolana tiene mucho oficio y páginas que te envuelven en lo venidero, sospechoso o la caducidad.

Koldo CF dijo...

Buenas, Francisco

Creo que ese es el estilo de Baudoin salirse un tanto de los convencionalismos del género. Claro, de ahí el riesgo de no llegar a todo el mundo.

Y luego está el claro hecho de que esto de la literatura no es, por suerte, una ciencia (y mucho menos exacta). Así que bienvenida la disensión!!

Un abrazo y gracias por comentar