domingo, 29 de marzo de 2015

Alberto Olmos: Vida y opiniones de Juan Mal-herido

Idioma: español
Año de publicación: 2010
Valoración: recomendable... según gustos

Peliaguda esta tarea autoimpuesta (porque sepan ustedes que en este bienaventurado blog gozamos de libertad absoluta y no existe ningún tipo de coacción... si obviamos el látigo de siete colas que acaricia de cuando en cuando nuestras espaldas, claro... ¡ay!): reseñar en un blog literario un libro compuesto de... reseñas aparecidas en un blog literario. Y no uno cualquiera, además: probablemente el más conocido y polémico -aunque sea en el limitado mundo de la letraheridez española- de los últimos años de la, por otra parte, también limitada Historia de la "blogosfera": el del Lector Mal-herido, a.k.a. Alberto Olmos.

Antecedentes de este libro, hasta donde llegan mis conocimientos: el tal Lector Mal-herido (Juan de nombre de pila, aunque juro que no es pariente mío) apareció como comentarista en otro blog de reseñas literarias, escritas por un "Lector Ileso" -de ahí lo de "Mal-herido", después- a.k.a. Roberto Enríquez, a.k.a. Bob Pop (sí, el de la tele). Al cabo de un tiempo, Mal-herido se independizó y se dedicó a reseñar sin piedad ni arrepentimiento los libros que le caían entre manos, ya fueran clásicos o novedades, con la aparente inconsciencia de un mono con una metralleta. Las reseñas resultaban refrescantemente faltonas -fórmula mágica:  mucho humor, muchos tacos y muchas, muchas, muchas alusiones sexuales- y el tal Juan Mal-herido se fue convirtiendo en un personaje excesivo: narcisista, insultante, machista, chovinista, catalanófobo, racista e incluso filonazi (tuvo una etapa, según creo recordar, bastante pesada, en la que no hacía más que mencionar a Hitler y Mein Kampf... en fin, las chiquilladas de costumbre); es decir, en un compendio de todo lo "políticamente incorrecto" o lo que si nos ponemos finos, podríamos llamar las boutades de un enfant terrible. O de un Torrente de las letras, vaya (y no me refiero a Torrente Ballester...). Las fotos subiditas de tono que acompañaban las reseñas no hicieron más que aumentar la popularidad del blog... ejem, eso me han dicho...

Hace cosa de un año, el blog del lector Mal-herido pasó a convertirse en un blog de pago, accesible sólo a suscriptores -no lo critico, que conste. Es más: dejo aquí el enlace para quien esté interesado: http://www.malherido.com/ -, pero ya antes, Alberto Olmos decidió rentabilizar en algo su popularidad y publicó en papel una serie de reseñas, seleccionadas ignoro con qué criterio (por entonces, Olmos aún pretendía hacer creer que él no era quien escribía el blog... o pretendía hacer creer que pretendía hacer creer, etc... de modo  que en el libro figura como responsable de la edición y prologuista). Así que nos encontramos con este libro estupendamente editado -y con un formato de bolsillo muy divertido, pues realmente cabe en un bolsillo- en el que podemos disfrutar de toda una serie de reseñas "malheridas" de los más variado: desde filósofos asentados como Stoderlijk a pensadoras feministas de lo menos ortodoxo como Virginie Despentes; novelistas reconocidos y/o clásicos (Javier Marías, Mme. De Lafayette) junto a otros poco conocidos, primerizos... ensayos más o menos rigurosos (Cercas, Anna Caballé)... y sobre todo, memorias y diarios de todo tipo de escritores, -empezando por Dalí, por ejemplo-, que parece ser lo que más le gusta al Mal-herido. A destacar, además, las jocosas entrevistas que mantiene con diferentes personajes del mundo de las letras (Vila-Matas, Sánchez-Dragó) o del mundo, así en general... (el 30% de Dios).

Creo que se pueden extraer varias conclusiones de la lectura de este libro, a saber:

1-Mal-herido/Olmos no es tan fiero como lo pintan... una vez despojado de su anti-camuflaje soez y malhablado, de su pose de malote, aparece un lector con opiniones interesantes y bien asentadas, a tener en cuenta , en cualquier caso... Y no todo es zurrar la badana al personal: cuando la obra de un escritor le gusta (Greene, ChandlerKristof) lo señala con respeto y hasta con unción.

2-De la misma forma, la misoginia y chulería de la que hace gala el personaje en todo momento es puro postureo, que diríamos ahora. De hecho, buena parte de las reseñas están dedicadas a escritoras y, sobre todo, a cómo retratan estas autoras a sus congéneres en sus libros. Y cómo debería hacerse. Otra cosa es que estemos más o menos de acuerdo con las opiniones que expone luego al respecto el propio Olmos/Malherido, pero está claro que el tema le interesa.

3-Igualmente, le interesa y mucho, lo que tiene que ver con el acto de escribir ("Leer no es la droga; la droga es escribir", dice), la voluntad de hacerlo y, aún más, la de convertirse en escritor (en escritor que escribe, se entiende, no en la figura pública que representa ese papel)... de hecho, junto con lo que piensan y sienten las mujeres, parece ser el asunto que más le interesa a este tipo.

4-Éste es un librito con el que te lo pasas francamente bien -yo, al menos, me he carcajeado varias veces-, siempre que no se tengan muchos prejuicios con el lenguaje y se acepte una mirada gamberra sobre lo que se habla (repito: los libros, el sexo, la escritura, el sexo, las mujeres, el sexo, la celebridad, el sexo, el sexo, el sexo...). No dudo en recomendarlo, desde luego, aunque quizá no sea plato para todos los gustos. Lástima,  eso sí,  que en el libro no aparezcan las fotos del blog...

Y ya está.

Otros libros de Alberto Olmos reseñados en Un Libro Al Día: Ejército enemigoAlabanzaTrenes hacia Tokio

2 comentarios:

Francesc Bon dijo...

A mí me puede interesar Olmos (no sé si lo suficiente para pagar por leer un blog) en lo que se refiere a sus opiniones. Pero no recuerdo muchas cosas más insustanciales que Ejército enemigo. Una historieta cyber solventada con una pelea. Vaya tela.

Juan G. B. dijo...

Ya, pero la gracia de este blog estaba en que se suponía que Juan Mal-herido no era Olmos (al menos, por la época de las reseñas de este libro), así que se permitía repartir toda la leña que, de firmar con su nombre, no creo que se hubiese permitido dar... De todas formas, ya digo que hay que tomárselas como unas reseña en gran medida humorísticas y, desde luego, que NUNCA, NUNCA, NUNCA JAMÄS pudieron ni podrán alcanzar el excelso nivelón de las de Un Libro Al Día.