sábado, 28 de diciembre de 2013

Hasta siempre, ULAD




Ha sido un hermoso viaje, amigos. Un viaje que ha durado 1.765 días y ha recorrido, en la medida de nuestras posibilidades, literaturas de muchas partes del mundo, numerosas lenguas, todos los géneros. Y como todos los viajes, un día tenía que terminar. Ese día es hoy.

Las razones son varias, algunas más importantes que otras. Comprenderéis que mantener un ritmo de reseñas diario sin fallar ni una sola vez es una tarea agotadora, muchas veces estresante y, para qué ocultarlo, un empeño que ha ocasionado entre nosotros discusiones no siempre agradables ni educadas. Congeniar los egos en un equipo de personas tan grande no es fácil, sobre todo cuando algunas personas piensan que porque escriben más reseñas que los demás, o porque llevan en el blog más tiempo que los demás, son más importantes que los demás.

No son, sin embargo, estos desacuerdos la razón primera del cierre de la web, aunque evidentemente han tenido su importancia. Sí podría serlo el cansancio, la falta de ideas nuevas, la reducción del número de miembros, la falta de emoción que sientes cuando entras en una determinada rutina, la obligación de leer, en ocasiones, demasiado rápido, la inconsciente elección de títulos no reseñados cuando te sumerges en un nuevo libro... Todo eso suma. Y llega un momento en el que te planteas si merece la pena seguir.

Pero si tuviéramos que elegir una sola razón por la que cerramos el blog ahora, hoy, a finales de 2013, diríamos que lo hacemos porque estamos satisfechos. Muy satisfechos. Y orgullosos. Este último año ha sido, estadísticamente, triunfal: más de un millón de visitas según el contador de blogger (casi el doble que en el año anterior), cerca de12.000 seguidores en Twitter y más de 3000 en Facebook, somos uno de los blogs en español más relevantes de literatura según todos los rankings...

Por eso, después de mucho pensarlo, hemos decidido salir por la puerta grande. No queríamos llegar a ese momento -tan habitual en la blogosfera- de cerrar nuestro pequeño espacio después de haber padecido la lenta agonía de la desaparición: entradas que no se publican, posts cada vez más espaciados en el tiempo, desinterés, decrecimiento de visitas y, finalmente, la muerte. Por eso nos parece adecuado despedirnos ahora que todavía nos sentimos bien con el trabajo realizado, que nunca hemos dejado de publicar una reseña al día, que los comentaristas -anónimos o no- nos felicitan por la página.

No es un hasta luego, sino un adiós definitivo: un final de novela. Ya no habrá más ULAD; ya no habrá, cada día, una nueva reseña.

Muchas gracias a todos, buena suerte y buenas lecturas.

EL EQUIPO ULAD

21 comentarios:

Ana dijo...

Ojalá sea una inocentada!!
Por favor, por favor, por favor que sea una inocentada

XD

gonzalo dijo...

Ni puta gracia

Unknown dijo...

Hola. He escrito a los miembros del equipo. Aunque os sigo, es la primera vez que dejo un comentario. Si no es una inocentada (la verdad que éstas han de ser en tono jocoso, bromista y no en tono un tanto cruel), es una noticia terrible; y si lo fuera, me preocuparía el cariz que están tomando éstas.

Ojalá que se trate de una inocentada. Lo peor de un mundo sin libros sería un mundo en el que nadie hablara de ellos...

Unknown dijo...

Ayyy si que sea una inocentada!!! y si no lo es que pena que se cierre!!!!

Elisabet R. dijo...

Como dicen, ojalá sea una broma, si no lo es , respetar esta decisión con todo el dolor de la despedida de un ser querido, os echaremos de menos sin duda.
Pediros a los propios miembros de ULAD o las seguidores que recomendéis algún otro blog literario que esté a la altura , ahora que nos quedamos huérfanos ...

Felipe dijo...

Como inocentada me parece muy original pero tiene muy poca gracia... Long live ULAD!

Anónimo dijo...

Tenéis que estar de coña.

ACS dijo...

Tenía tantas ganas de leer una reseña suya de "Tokio ya no nos quiere"... Ya ni modo, gracias por todo.

ludmi dijo...

Gente, no hagan esto. Sigo sus reseñas siempre, son las únicas serias, válidas en Facebook, tomo en cuenta sus recomendaciones. Ojalá que sea una broma, porque los estamos esperando todos los días.

grumosky dijo...

Noooooooooo

Unknown dijo...

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Ana Blasfuemia dijo...

Quiero pensar que sí, que es una inocentada, así que esperaré unos días y si fuera cierto que os váis entonces volveré a despedirme, con tristeza (mucha) de una página a la que tengo un especial cariño, pero que no voy a decir la razón por si fuera, como así deseo, una inocentada ;)

Saludos!

M. Ángeles dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
M. Ángeles dijo...

Me gustaría que fuera una inocentada, pero si no lo es quiero aprovechar para agradeceros los buenos libros que me habéis descubierto y que de no ser por vosotros no habría leído. No he escrito nunca pero os sigo fielmente desde hace mucho tiempo.
No sé si será una broma, pero a mí lo que me habéis dado es un disgusto.

Un libro al día dijo...

Como muchos ya adivinasteis, efectivamente esta entrada era una inocentada: no tenemos intención de dejar de invadiros con nuestras reseñas, por lo menos durante una buena temporada.

Durante el día de ayer recibimos comentarios, mensajes y twits preguntando si de verdad lo dejábamos: algunos incrédulos, otros tristes, algunos molestos. A todos os agradecemos infinitamente vuestra preocupación y vuestro apoyo: ha sido bonito saber que estáis ahí, y que nos seguís aunque normalmente no digáis nada.

¡Muchas gracias a todos y... seguimos!

Unknown dijo...

Pues no tenéis idea del alivio que sientooooo. Ayer lo pasé un poco mal, jeje. Sigo un par de blogs de literatura (el vuestro es mi blog de cabecera) y otros de música y realmente estaba fastidiado. Ánimo, que realmente somos muchos que aunque no pongamos comentarios, siempre estamos esperando la crítica de un nuevo (o no tan nuevo) libro. JOOO QUE BIEN ME SIENTOOOOO

Anónimo dijo...

Vengo de pasar un fin de semana sin internet. Lejos del ruido de la ciudad.
Cuando he vuelto al portátil y he visto el cierre casi me da un síncope. Y lo estoy diciendo muy en serio. Se me ha acelerado el ritmo cardíaco. Menos mal que ya pasó y seguiré disfrutando de mi visita diaria a la página.

Anónimo dijo...

¡Qué alegría que seguís adelante!
Mi enhorabuena por vuestro maravilloso blog. ¡Gracias!

Anónimo dijo...

Como ya se ha repetido en algún comentario, aunque seamos muchos los que no opinamos, si somos muchos los que os seguimos, orientamos, consultamos, disfrutamos con las reseñas diarias que aquí plasmáis , como muy bien sabéis vosotros y así nos lo habéis hecho ver. Así que es un alivio el que esto fuera, nada mas, que una inocentada, si no, puffff, un rinconcito menos, en este vasto universo digital, donde refugiarse un ratito.
Mil gracias por estar ahí disfrutando y haciéndonos disfrutar de la literatura, y que dure mucho...

Anónimo dijo...

...pero ni puta gracia , ¡¡que conste!!

Anónimo dijo...

jo, que susto.