jueves, 12 de diciembre de 2013

Bruce Sterling: Distracción

Idioma original: inglés
Título original: Distraction
Año de publicación: 1998
Valoración: está bien

Cuando estaba preparando una clase sobre ciberpunk, una rama de ciencia ficción distópica encabezada por William Gibson, me encontré con el nombre de Bruce Sterling, considerado uno de los autores fundamentales del género gracias a novelas como La máquina diferencial o El fuego sagrado, o a una influyente antología de relatos, Mirrorshades (también traducida al español). Descubrí también que ya existe incluso un género llamado "postciberpunk" (y eso que el ciberpunk no tiene más de treinta años de vida), caracterizado por ofrecer una visión algo menos individualista y algo más optimista de la humanidad.

Si esa es efectivamente la definición de postciberpunk, entonces puedo decir que Distracción es una novela de ese género, porque aunque presenta un futuro distópico, opresivo y ultracapitalista, a diferencia por ejemplo de Neuromante, en Distracción el protagonista es un héroe en un sentido bastante clásico: un hombre que se enfrenta a la realidad y pretende cambiarla de acuerdo con sus ideales.

Este protagonista se llama Oscar Valparaíso; tiene un gran secreto en su pasado que el lector solo descubrirá mediada la novela (aunque todos los personajes lo conocen desde el principio), y se caracteriza por una gran inteligencia estratégica y una inacabable capacidad de trabajo, que vuelca en el mundo de la política estadounidense. El antihéroe (porque esta es una novela con buenos y malos, también a diferencia de las de Gibson) es el enloquecido gobernador de Louisiana, que pretende aprovechar el estado de vacío de poder y de bancarrota en que se encuentra el gobierno de Washington para consolidar su propio poder autárquico y populista. Y como estamos ante una novela bastante clásica, no podía faltar la clásica historia de amor: la que surge entre Oscar Valparaiso y la doctora Greta Penninger, una mujer que como él se vuelca en su trabajo y que como él tiene problemas para encajar en el mundo de las personas "normales".

A lo mejor ya se ha notado que la novela me ha decepcionado un tanto, sobre todo por las expectativas que tenía, siendo como es Bruce Sterling uno de los nombres más reputados en la ciencia ficción reciente. Y la razón de esta decepción es muy simple: que aunque hay obvios elementos propios del ciberpunk (una constante vigilancia estatal y empresarial sobre el individuo; una tecnología y biotecnología muy avanzadas; un estado de imparable descomposición política y social...), en cambio el andamiaje narrativo es muy tradicional, hasta podríamos decir que conservador: el héroe individual que labra su destino y el de sus semejantes.

Tampoco la trama política, que parecía inicialmente que podía ser clave, alcanza un nivel de desarrollo importante; así, la novela de repente se ve convertida en un enfrentamiento entre el bien y el mal, con una mujer de por medio para darle aliciente a la cosa (una mujer más activa e inteligente que la mayoría de las chicas Bond, pero no mucho más trascendental para la trama). Y uno piensa en la escritura de William Gibson, en su complejidad estilística, estructural, política e incluso moral, y casi se lamenta de que al ciberpunk, como a casi todo hoy en día, se le haya añadido el prefijo post-.

1 comentario:

Unknown dijo...

Por si alguien quiere darle un empujoncito a esta ingenua intentona: http://miscartasenunabotella.blogspot.com.es/2013/12/mi-novia-rompe-conmigo-despues-de.html