lunes, 18 de marzo de 2013

Santiago Roncagliolo: Tan cerca de la vida

Idioma original: español
Año de publicación: 2010
Valoración: recomendable

La ciencia ficción (porque, sí, estamos ante una novela de ciencia ficción) tiene ciertos sub-géneros (o sub-subgéneros) a los que los autores vuelven una y otra vez, intentando buscar aristas nuevas a temas ya tratados, aunque respetando los códigos establecidos por las obras precedentes. El subgénero de robots, por ejemplo, al que Isaac Asimov sacó tanto jugo; o el de los viajes en el tiempo; o, como es el caso, el de los "replicantes": seres casi humanos pero no del todo humanos, producidos industrialmente pero capaces de confundirse con las personas. Parece ser que este tema tiene especial atractivo para los escritores "serios", porque es también el tema de Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero, y en cierto modo de Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro.

En Tan cerca de la vida, efectivamente, conocemos a Max, un analista de logística que acude a Tokyo (hasta la portada del libro recuerda a Lost in Translation) para una convención de la Corporación Géminis, dedicada a desarrollar androides de apariencia cada vez más orgánica y dotarlos de Inteligencia Artificial. El objetivo, obvio pero utópico, es lograr crear seres humanos artificiales que pasen por seres humanos y que cumplan sus funciones mejor que los seres humanos. Por ahora, todo lo que han conseguido son robots asistentes incapaces de mantener una mínima conversación, un niño que canta y un loro que, este sí, reproduce perfectamente las características de un loro "real".

Max se siente desorientado, se siente solo y diferente, no habla la lengua, no conoce a nadie y no comparte intereses ni afinidades con el resto de los invitados a la convención. Solo dos personas se interesan por él: el director de la corporación, Marius Kreutz, que demuestra tener grandes esperanzas depositadas en Max; y Mai, una misteriosa y silenciosa camarera del hotel en que se alojan, por la que Max sentirá una inmediata (y correspondida) atracción.

Cuando se escribe en un subgénero definido con una serie de patrones que hay que respetar (por ejemplo, si uno escribe una novela de vampiros) se establece necesariamente una tensión entre el mantenimiento de los elementos canónicos del género, y la innovación a partir de estos mismos elementos. Tan cerca de la vida parte, efectivamente, de la ya larga tradición de obras sobre Inteligencia Artificial y humanos artificiales, aunque no queda tan claro que logre aportar algo definitivamente innovador al género.

Es evidente que el tema del replicante, como el del "cyborg" (mezcla de humano y máquina) se presta a interrogaciones sobre el límite de lo humano o de la identidad individual; pero Roncagliolo no avanza demasiado por ese terreno. Prefiere, en cambio, construir un thriller de tonos oscuros y leves incursiones en el género de terror; como tal thriller está bien construido, aunque deje algunos cabos abiertos, y desde luego la lectura no resulta en absoluto pesada. Lo que me pregunto es si se puede decir algo nuevo sobre los "replicantes" que no se haya dicho ya; si las preguntas sobre la humanidad de los androides y los límites de la Inteligencia Artificial no se han convertido ya en un tópico al que resulta difícil sacarle punta nuevamente. Roncagliolo y Rosa Montero piensan que sí...


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