miércoles, 2 de enero de 2013

Anne Brontë: Agnes Grey

Título original: Agnes Grey
Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 1847
Valoración: Recomendable

Las hermanas Brontë ya son viejas conocidas en este blog. Por aquí hemos reseñado Cumbres borrascosas, de Emily, la mediana, y Jane Eyre y Shirley, de Charlotte, la mayor.
En esta ocasión traigo una de las dos novelas que publicó Anne, la pequeña y menos conocida de las tres famosas hermanas escritoras de Yorkshire.

Lo bueno de las Brontë es que cuando uno coge uno de sus libros, ya sabe con qué va a encontrarse. Por eso, yo creo que es difícil que decepcionen. Es más, a mí varias veces me han sorprendido gratamente, porque no hay que olvidar que se trata de un grupo de escritoras autodidactas de mediados del siglo diecinueve que no se obsesionaron con buscar marido y criar hijos y que publicaron a base de tesón.

En Agnes Grey, los tintes autobiográficos son evidentes. Anne, al igual que sus hermanas, abandonó su cálido y protector hogar durante una temporada para trabajar de institutriz, la única salida laboral que tenían muchachas en su misma situación: jóvenes de clase media-baja pero con una educación y una amalgama de conocimientos (música, dibujo, idiomas...) notable.

A la joven Anne, al igual que a sus hermanas, su experiencia  como institutriz le pareció espantosa por culpa de sus jefes, familias adineradas compuestas por miembros estirados, mezquinos e hipócritas. Los críos de estas gentes solían ser unos maleducados y consentidos que podían llegar a ser realmente crueles por culpa de una educación exenta de valores sólidos y el convencimiento profundo de que eran superiores al resto de los mortales. Así, basta con saber un poco de la vida de las Brontë, de Anne, sobre todo, para comprender que Agnes Grey, la heroína de la novela, es un trasunto de la escritora.

Agnes es la hija pequeña de un pastor anglicano que se arruina por culpa de un negocio fallido y que en contra de la opinión de sus padres decide ponerse a trabajar de institutriz para ayudar a su familia. Pero la joven no sabe con qué va a encontrarse... Si la primera familia que la contrata, los Bloomfield, se caracteriza por su epatente falta de humanidad y su carácter soberbio y mezquino, la segunda, los Murray, un poco mejor, destaca por tener dos hijas adolescentes inversamente proporcionales a la virtuosa y disciplinada Agnes. Aún así, la joven institutriz tratará de hacer lo mejor que pueda su trabajo, sobre todo con la bella y vanidosa Rosalie, que acostumbrada a que todos los hombres suspiren por ella, no llevará muy bien que uno de los varones de su entorno entable cierta amistad con su criada...

Y en fin, ésta es la trama. Lleva claramente el sello de las Brontë, pero me han sorprendido su fuerte carga moralizante y su amplio abanico de citas y reflexiones religiosas.

George Moore, novelista irlandés, dijo de esta novela que es la narrativa en prosa más perfecta de las obras literarias inglesas.



1 comentario:

JeanP dijo...

Estimada Y, dado que el fenómeno morfológico más productivo en la actualidad es el "blending", ignoro si la falta de humanidad de los Bloomfield era realmente EPATENTE, por esa suerte de cruce léxico entre PATENTE y EPATANTE, o si vuelves a tener problemas con la e.

La novela es muy bonita y se nutre inconfundiblemente de todos los elementos de la literatura de este trío de ases, como las llaman por ahí.