domingo, 21 de octubre de 2012

Colaboración: Grandes pechos, amplias caderas, de Mo Yan

Título original: 丰乳肥臀 (Fēng rǔ féi tún)

Idioma original: chino

Fecha de publicación: 1996 (en España en 2007)

Valoración: Muy recomendable




Traemos aquí una de las novelas del flamante premio Nobel de este año, Grandes pechos, amplias caderas, casi una epopeya y una de sus obras más extensas, una novela de la que podríamos decir que es una historia de la supervivencia.

La historia transcurre en el último siglo, desde la caída de la dinastía Ming hasta los 90, convirtiéndose así en una crónica de la reciente y convulsa historia de China. A través de la vida de una familia, continuamente abocada a las pérdidas como consecuencia de los vaivenes de la historia, repasamos muchos de los acontecimientos históricos más notables de este país.

El título hace referencia a ese universo femenino, tantas veces vapuleado en el ámbito doméstico y subyugado por los avatares de la historia. Sus más de 800 páginas nos relatan la vida de Shangguan Lu, Madre, y su narrador es Jintong, su único varón, un niño mimado y consentido que se criará, hasta bien entrada la adolescencia, de la leche materna. Su obsesión por los pechos femeninos lo convierte en un ser pusilánime, en contraste con la fuerza de Madre, capaz de sustentar con su propio cuerpo a sus hijos y la vitalidad de sus numerosas hermanas, que son el contrapunto que ensalza la abnegación de la mujer.

Contada sin demasiado sesgo pues, si algo llama la atención cuando trata de los asuntos administrativos o militares, es la imparcialidad con la que Mo Yan describe a los ejércitos, no se ceba en ningún momento con los japoneses (eternos enemigos para los chinos). Tanto éstos como las tropas maoístas, son responsables de las mayores crueldades, algo a destacar en este autor, que criticando a un pilar básico de la sociedad china actual, haya tenido una gran habilidad para no ser excesivamente censurado, demonizado por el gobierno, quizá porque en su crítica no arremete directamente contra aquel, si bien este libro fue prohibido en China. A través de sus páginas leemos una constante denuncia de la corrupción en esas esferas de poder, una denuncia política pero nada panfletaria.

La novela de Mo Yan es un continuo ir y venir de un realismo crudo (hay escenas sobre matanzas y torturas un tanto desagradables) a un realismo mágico, como el capítulo donde habla de Tercera Hermana, la mujer-pájaro. A través de todos los personajes, se manifiestan sentimientos extrapolables a cualquier ser humano, en cualquier parte del mundo, es decir, sentimientos universales.

Si algo tiene de malo la novela, es la cantidad de personajes, con sus respectivos nombres chinos, a los que hay que seguirles la pista. Gracias que el autor nos da al principio del libro, un listado con un resumen escueto de cada uno de ellos y sus parentescos con el resto porque, más de una vez, hay que recurrir a él.

Hay una frase en el libro que para mí resume la filosofía de vida que rezuma este. Madre dice: “Morir es fácil; lo difícil es vivir. Y cuanto más difícil se vuelve, más fuerte es la voluntad de seguir viviendo”. Cuando cerramos la novela, no nos queda duda de que Madre es una superviviente nata.

Larga pero imprescindible para conocer la literatura china. Es, desde luego un “novelón” y eso quiere decir que podemos acomodarnos en nuestro sillón y echar horas enganchados a ella.

Curiosamente, y como anécdota, os contaré que, mientras leía este libro, escuché en la radio una entrevista a uno de los responsables de Kailas (editorial que tiene publicada toda su obra en España) y me sorprendió lo que contaba sobre la forma de escribir del autor: él piensa durante mucho tiempo su novela, le da forma en su mente y, cuando cree que la tiene, se encierra y escribe seguido, no sale hasta que la termina y lo hace a bolígrafo porque dice que es más rápido que el ordenador (cuando dio la conferencia habló de esto también, o sea, que es totalmente cierto). Esta tardó sólo 28 días, me pregunto cuanto tiempo tardo en "pensar" este tocho de más de 800 páginas con la prolijidad de descripciones, recreaciones de historias y personajes…


Firma: Chincoa

También de Mo Yan en ULAD: La República del vinoCambios

3 comentarios:

Sex Shop dijo...

Muy buenooo!!!!!

Grisse dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me encantó, para mi el mejor de Mo Yan. Una novela larga, de las que ya no se escriben. Un culebrón delicioso que tiene como telón de fondo los vaivenes de la historia de China mientras vemos pasar la vida de estas fascinantes mujeres. Daría de sobra para una buenísima serie televisiva. Muy bien escrita, los Nobel no los suelen regalar, gustos aparte,