lunes, 17 de enero de 2011

Alice Munro: Las lunas de Júpiter

Idioma original: inglés
Título original: The Moons of Jupiter
Año de publicación: 1982
Valoración: Muy recomendable

Siempre se habla del carácter cambiante y omnívoro de la novela, capaz de asumirlo todo, de adoptar todas las formas, de resistirse a la definición o a los límites. Pero el relato, su hermano (o primo) pequeño, tampoco se queda corto: estamos hablando de un género que incluye los cuentos de Poe, los de Maupassant o Chejov, los experimentos de Borges o de Cortázar, las humoradas de Monterroso, el realismo brutal de Bukowski... o los delicados, sugerentes y a veces crueles relatos de Alice Munro, considerada una de las maestras de la narración breve contemporánea.

Me veo en la obligación de aconsejar al lector que tenga paciencia con este libro, si decide leerlo: entrar en el universo y en el modo de narrar de Munro exige tiempo, y sobre todo una actitud lectora especial, apreciativa de los detalles y de la sutileza más que de las grandes explosiones narrativas o los giros sorprendentes. En los relatos de Munro no pasa casi nada: los hay que son casi puramente estáticos, descriptivos, dedicados a pintar un mundo más o menos cerrado. Incluso en aquellos en los que sí pasan cosas, no suelen ser muertes, accidentes, desastres, sino más bien tensiones, sentimientos, decepciones, muchas veces más sugeridos por la acción que propiamente descritos y analizados. Se podría decir que son relatos chejovianos, aunque con menos dramatismo o teatralidad.

Algunos de los relatos son verdaderamente magistrales, aunque casi siempre dejan un cierto aire de tristeza: "Alga marina roja", "La temporada del pavo", "Accidente", "El autobús de Bardon" o "Prue", tratan de las relaciones amorosas, siempre complejas y siempre (esa es la impresión que queda después de leerlos) engañosas o escurridizas; "La señora Cross y la señora Kidd", "Historias desafortunadas", "Visitas" o "Las lunas de Júpiter" se refieren a otro tipo de relaciones humanas, entre ellas las familiares, cargadas de matices y de sobreentendidos. El primer relato (doble) que inicia el volumen, tiene un aire rural a lo Willa Cather (a la que se menciona en otro cuento) pero es quizás el menos original de todos.

En fin, Las lunas de Júpiter y, sospecho, cualquiera de los otros escritos por Munro, es un libro para leer sin prisa, no saltándose ni una línea, apreciando los matices que esconde.

También de Alice Munro en ULAD: Demasiada felicidadMi vida querida

2 comentarios:

Tírate un rollo dijo...

En alguna parte leí que la llamaban la "Chéjov" de occidente. Ello, junto a tus halagadoras palabras por esta obra, creo que merece un lugar en la fila de libros imprescindibles para leer estos días.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el libro. No es un libro para leer en el metro o el bus, necesitas tranquilidad para paladear cada una de sus palabras, de sus matices. Un hermoso hallazgo.